Una contractura muscular es, tal y como su nombre indica, una contracción continuada e involuntaria del músculo o algunas de sus fibras que aparece al realizar algún esfuerzo. Se presentan en forma de abultamiento de la zona, que incluye dolor y alteración del normal funcionamiento del músculo.
Suele presentarse cuando el músculo realiza una actividad inadecuada en función e intensidad. Sucede como cuando en el gimnasio cargamos más peso del debido, y por esa razón puede aparecer las contracturas, o bien cuando realizamos un esfuerzo manteniendo en el tiempo como podría ser el caso de una mala colocación en una bici de spinning.
Es común que las contracturas aparezcan en el momento en el que realizamos ejercicio o después de realizar ejercicio.
Las primeras se producen porque hay una acumulación de los metabolitos, que provocan dolor e inflamación, al no haber una suficiente irrigación sanguínea que depure la zona. Las segundas se deben a la fatiga excesiva de las fibras, que al acabar el ejercicio ven disminuida su capacidad de relajación.
¿Cómo tratar una contractura muscular?
Lo primero que hay que hacer para tratar una contractura es prevenirla, y para ello qué mejor que realizar un buen calentamiento para preparar al músculo antes de realizar un esfuerzo. Una programación progresiva en intensidad de las cargas también ayudará a los músculos, de menos a más es el principio de intensidad. Un buen trabajo de flexibilidad también las evita al mejorar la distensión del músculo y facilitar la recuperación del músculo tras el entrenamiento.
Una vez que tenemos una contractura no queda más remedio que tratarla. No es conveniente tratar una contractura por uno mismo con masajes inapropiados o automedicarse, lo mejor es ir al médico o acudir con un Fisioterapeuta para que vea de qué tipo de contractura se trata y cuál es el mejor método para su tratamiento, entre los cuales se encuentran:
- Miorelajantes y antiinflamatorios: ciertos fármacos logran relajar la musculatura y reducir la contracción. Se suelen utilizar sobre todo en los casos en los que el dolor es muy agudo. Siempre deben de estar prescritos por tú médico.
- Calor local: suele ser muy útil al conseguir un efecto relajante y analgésico.
- Masajes Descontracturantes: Los masajes deben de darse por profesionales, sino la contractura podrá empeorar. El masaje inducirá un aumento del flujo sanguíneo que mejorará la recuperación de tejidos y limpieza de metabolitos además de propiciar una relajación del músculo, reduciendo la tensión y por tanto el dolor.
- Los estiramientos y la actividad ligera en el agua son aconsejables trás la fase aguda de la contracción.
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